Volviendo a Baltazar Brun
LatiCe
Ligade Baby Fotbol de Baltazar Brun Artigas Uruguay
Artigas el departamento más al norte del Uruguay tiene muchas sorpresa luego de algún tiempo de ausencia. Dos miembros de LatiCe, Elizabeth y Daniel, recorrieron el departamento con la guía de quiénes han construido caminos y puentes de la zona.
Nos referimos a (nuestros sobrinos Rubén y Alfredo) que tuvieron la gentileza de arrimar un puñado de solidaridad allí donde pocos llegan en el centro mismo del departamento, Baltazar Brun. Luego de muchos kilómetros de balastro y piedras sueltas, nos topamos con un trecho de ruta recién asfaltada. Luego de horas de viaje matutino.
Les avisamos a las vecinas de la liga de Baby futbol de Baltar Brun que en un par de horas llegaríamos, luego de dar unas vueltas por el pueblo constatando que nuestros amigos Fernando y Gina, el médico y la psicóloga del pueblo, estaban de viaje, seguimos entonces hasta la sede del club donde nos esperan Marlene y Juan entre las madres, además de un padre y los entrenadores.
Los chiquilines juegan un picadito, esperando nuestra presencia, luego de las presentaciones del caso nos hacen pasar al local donde nos están esperando con masitas caseras y refrescos.
Baltazar Brun nos sonríe con su flores y casas de colores y un montón de rostros juveniles se arremolinan, demostrando inocencia y curiosidad ante aquella valija llegada de Suecia que, al abrirse, muestra equipos nuevos que prestamente serán utilizados para practicar deporte.
La consigna es clara "No a la violencia y a la droga" Las madres y Juan, el presidente de la Liga, nos cuentan con orgullo de sus conquistas, la iluminación, la cancha, las copas departamentales y la mención explícita por el mejor comportamiento deportivo y el juego limpio.
Como habíamos prometido a un puñado de compatriotas que pagan el envío de materiales vamos entregando los equipos que otra vez nos hacen llegar Waldemar Schetinni y Daniel Martínez de Segertop IFK. Hoy estamos aquí practicando la solidaridad con los niños de éste pueblito perdido entre estancias. Pregunto por Marcos, el maestro y alguien lo llama. Al rato llega con su sonrisa ancha, la misma del 2008 cuando en un mediodía de febrero nos dio a conocer la obra que estaba llevando adelante. Y, terminaste el libro, le pregunto- Si vengan por casa-Nos invita. Mientras tanto la conversación discurre entre conocidos de toda la vida, nuestros sobrinos y muchos compañeros de trabajo. Elizabeth muestra fotografías de nuestro manzano con nieve los chiquilines no salen del asombro. Las madres nos cuentan que hay muchos chicos con capacidades diferentes y que necesitan perentoriamente, una fisioterapeuta, quedamos en dar una mano. Nos despedimos entre un mar de sonrisas y adioses, nos vamos a la casa del maestro del pueblo.
Marcos Arzuaga nos recibe en su hogar, nos regala su libro"Hacia una Escuela Productiva y Sustentable", libro que nos cuenta sobre el trabajo desarrollado en el ámbito de la escuela 77 de Baltazar Brun donde se desarrolló un club de Ciencias, dicho trabajo gana con la categoría Cardenal el premio Nacional de Ciencias máximo galardón concedido por el Ministerio de Educación y Cultura de Uruguay. El Instituto Nacional Agropecuaria (INIA) es el organismo que edita éste trabajo premiando de ésta forma a las niñas y niños de la escuela 77. Generando y popularizando conocimientos, integrando a todo el país Ciencia y Tecnología.
Vamos poco a poco adentrándonos en la realidad que se remonta muy recientemente de un pueblo con crisis de aftosa, con mucho desempleo que hoy ante el impacto de ALUR (Ingenio Azucarero), que crea 200 puestos de trabajo directo, trata organizadamente y en diversos frentes de transformar la vida en dignidad. En la escuela se desarrolla un Club de Ciencias, allí se desarrolla una cooperativa escolar que cuida de un invernáculo, que produce su comida diaria que a lo largo de éstos últimos años cambia el hábito alimentario de los estudiantes. Las niñas y los niños se convierten en la mayor herramienta educativa, pues comparten con sus padres los saberes adquiridos y la buena costumbre de seguir construyendo huertas en casa. Hay en el pueblo diversos grupos de trabajo, se trabaja arduamente para revertir la situación de género. Que las mujeres por medio de la capacitación tengan acceso al mercado de trabajo, creando formas endógenas de empleo. Hay un grupo de productoras orgánicas, hay un grupo de tejedoras. Existe un futuro proyecto de roturar seis hectáreas de tierra en forma comunitaria, aprovechando la experiencia de desocupados del plan Mides, de niños formados en las huertas orgánicas y de maestros sembradores, está latente la necesidad de seguir una formación agraria, además de encontrar otros oficios para los muchachos que hoy no estudian. Una comisión de salud logra la incorporación de dos ambulancias, una de ellas provenientes de Japón. Antes de irnos de Baltazar Brun, el maestro nos cuenta con mucho orgullo que allí el tema de inseguridad y la droga no es el principal. No en balde los chicos de Baby fútbol se comportan ejemplarmente. No será que todo el Uruguay tenga que mirarse en el espejo cristalino de éste pueblo llamado Isla Cabellos, hoy Baltar Brun que nos dice con las palabras y el axioma de Marcos. "Compartiendo los surcos fértiles de nuestra isla" continuamos soñando. Sembrando juntos cosechamos doble.
Más artículos de: LatiCe