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Paradigmas emancipatorios: andar hacia la utopía

Miriela Fernández

(La Habana- Cuba) Las emergencias emancipatorias son pequeñas culturas que abren grietas al sistema múltiple de dominación, se definen como luchas políticas que hacen frente a la lógica del capitalismo, configuradas a veces en territorios más locales.

Los jóvenes del Movimiento Sin Tierra custodiaron con poemas las puertas del salón. "Caminante no hay camino, se hace camino al andar". El verso de Antonio Machado se convirtió en un "ábrete sésamo", y al entrar, nos esperaba la voz inconfundible de La Negra, cuyo tambor parecía haber resucitado en las manos de la guatemalteca Sandra Morán. El ritmo alzó nuestras manos, las unió. Así comenzó la segunda jornada del taller sobre Paradigmas Emancipatorios.

Fue un día para profundizar en las alternativas, en esos mundos, hoy muy poco contados, donde ya se vive la utopía. Gilberto Valdés, integrante del Grupo América Latina, Axiología y Filosofía (GALFISA) presentó ante todos resultados de encuentros anteriores que caracterizan las actuales emergencias emancipatorias que indican el renacer de un modelo liberador frente a otro hegemónico que se traga, como refería Marx, las fuentes de toda riqueza: la naturaleza y el hombre.

Los talleres de Paradigmas Emancipatorios, dijo Gilberto, han posibilitado poner las lupas sobre redes, organizaciones y movimientos participantes como el Movimiento Sin Tierra de Brasil, Vía Campesina, la Marcha Mundial de Mujeres, el Consejo Cívico de Organizaciones y Pueblos Indígenas de Honduras (COPINH) con el propósito de contribuir desde el pensamiento crítico a la articulación y radicalización de estas prácticas y, también, aportar a Cuba en un contexto donde cambian los espacios y límites de su socialismo.

Las emergencias emancipatorias son pequeñas culturas que abren grietas al sistema múltiple de dominación, se definen como luchas políticas que hacen frente a la lógica del capitalismo, configuradas a veces en territorios más locales. Teniendo en cuenta la necesidad de globalizar estas resistencias, el trabajo grupal en la jornada analizó desde experiencias particulares formas para integrarlas y visibilizarlas.

Se habló de los desafíos para la articulación. La inexistencia de una ruptura con el concepto de progreso y la reproducción de esquemas del pensamiento de los dominadores en pos de la liberación hoy son frenos para las luchas sociales. En América Latina, el neodesarrollismo y la instalación de un estado de bienestar tampoco constituyen una ruptura con el capital. Es necesaria la desmercantilización de la vida en todos sus ámbitos y llenar de sentidos eso que llamamos buen vivir.

También resulta importante el arte de la traducción, es decir, buscar métodos para dialogar desde nuestras diversidades y constituirnos como verdaderos sujetos del cambio. Los movimientos sociales políticos surgen cuando se entiende la urgencia de ir más allá de un eje de lucha y encaminarnos hacia la radicalización en el sentido martiano, que significa ir a la raíz de los problemas, deslegitimar el capitalismo.

El programa máximo del Sujeto del siglo XX es el programa mínimo de los nuevos movimientos sociales que han entendido además la importancia de romper con la "lógica de La Bastilla", aquella de tomar el poder para comenzar los cambios sociales. Ahora en pequeños espacios se reinventa y articula la revolución. Nuestro objetivo es levantar sinergias entre esas experiencias y propuestas.

Precisamente a esa temática estuvieron enfocadas las reflexiones del panel sobre emergencias emancipatorias. Nalú Faría, de la Marcha Mundial de Mujeres, Berta Cáceres, de COINH, Domingo Santacruz, embajador de El Salvador en Cuba y Ademar Bogo, del MST profundizaron en las alternativas de lucha y en la transformación que surgen en la región.

Según Bogo, tenemos que prepararnos porque "las clases dominantes también cambian, la burguesía transforma su cultura y eso afecta nuestras relaciones y luchas. En Brasil, nosotros estábamos acostumbrados a enfrentar latifundistas, ahora luchamos contra empresas capitalistas, transnacionales. Y, por tanto, son imprescindibles las mediaciones organizativas".

"La unidad entre los diversos movimientos es fundamental. Movimientos, Sindicatos, Partido deben encaminarse hacia la transformación. Asimismo, debemos acompañar como campesinos a las poblaciones urbanas, porque allí es más difícil la lucha. Preservar la afectividad ha de mantenerse como un objetivo. Cuando la perdemos, las ideas tendrán menos valor y fuerza."

Publicado en el sitio Caminos del Centro Memorial Martin Luther King Jr.

Publicado: febrero 2011

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