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Breve historia del trabajo de masculinidades

Iván Jiménez *
Hombres contra la Violencia

El Salvador. Breve historia del trabajo de masculinidad en El Salvador, como surgimos como propuesta alternativa para y entre hombres.

Iván JiménezLa lucha de las mujeres contra las injusticias de los hombres es tan vieja como el mismo patriarcado, que es justo cuando los hombres asumen el poder en todos los ámbitos, espiritual-religioso, económico y político, en esta oportunidad no hare mención a esta etapa, solo me referiré a los esfuerzos que se han realizado en Centroamérica y específicamente en El Salvador.

Las organizaciones de mujeres surgen como una reacción contra el sistema, que constantemente viola los derechos de las clases desposeídas, pero más allá o más abajo en una escala mental están las mujeres y la niñez, unas por que esta meramente masculinizado, es decir que ser hombre es no ser mujer o cosa que se le parezca en todos sus mandatos, la niñez por que están en entrenamiento todavía para ser mujer o ser hombre, así que todavía no llegan a las escalas "superiores" de esta construcción social de género, en el país (El Salvador) surgen organizaciones por los derechos de las madres de los desaparecidos y desaparecidas en los combates o la represión que surge a raíz que la clase popular exige sus derechos, pero hasta ahí, todavía no había enfoque de genero en las luchas.

Es después de los acuerdos de paz, donde se da por finalizado el conflicto armado que mujeres se organizan para defender sus derechos como "mujeres" con problemas y propuestas propias de ellas, y así surgen varias organizaciones de mujeres, feministas o solo para organizarlas para demandar al gobierno demandas puntuales economicistas.

Breve historia del trabajo de masculinidadesA nivel de Centroamérica ya se venía gestando una lucha mas avanzada, mas en Nicaragua donde el triunfo del Sandinismo había llevado mujeres de dirección a cargos importantes, no solo como imagen si no como mujeres de verdadera lucha, que junto a hombres de academia se juntas y proponen también el trabajo con hombres conscientes y mujeres de lucha, pero había un problema, gran problema había que pasar a estos académicos por una seria de talleres de re-educación por todos los mandatos del sistema que les hacia ser, o considerarse, hombre, la pregunta fue: ¿qué es ser hombre? ¿Cómo se forma o construye? ¿Qué se les dice que es ser hombre? ¿Cómo se comportan? Todas y mas preguntas deberían ser contestadas y estudiadas y luego aplicarlas a ellos mismos como remodelación de el ser hombre, pero la muestra de estudio había que llevarla a los sectores numerosos y populares, donde existía esa gran discriminación hacia las mujeres, es decir los barrios, ahí en Nicaragua con una organización que venia trabajando el tema CANTERA se inicia el trabajo este, con grupos de Hombres Contra la Violencia y barrios como Matagalpa, Mulukuku, Granada, León, otros barrios de Managua, también Puntos de Encuentro, CISPES y movimientos comunales y de salud.

Acá en El Salvador, a raíz de un grupo de mujeres de las diferentes expresiones, se hace un llamado a hombres de movimientos populares a participar en una nueva experiencia sobre genero con hombres, es decir masculinidad, eso fue allá por 1998 que el primer grupo entro a talleres de formación facilitado por Nicaragüenses, de Hombres Contra la Violencia y otras que ya tenían alguna experiencia en el trabajo con hombres allá, se inicia con un grupo de menos de 20 personas, todo de movimiento popular que venían luchando contra el sistema históricamente y algunos estudiantes de academia en rama de psicología, así surge el primer grupo de hombres trabajando con hombres en este país, algunos se quedaron solo con los cambios personales aplicados a su entorno, familia, amigos y trabajo, y otros iniciaron rápidamente el trabajo con otros hombres, unos apadrinados por clérigos y otros por instituciones ya establecidas.

Nuestro movimiento, Hombres Contra la Violencia, El Salvador, surge a inicios del 2000 como tertulia a raíz del cuestionamiento de una amiga feminista parte de una organización de mujeres, no teníamos enfoque de género, solo era ver como la violencia había influido en el quehacer de nuestras vidas, el daño que habían causado y que habíamos tenido al ejercerla, nada mas, buscando mas información sobre metodología para el trabajo con otros hombres logre contactar en el 2001 a un grupo de Nicaragua que pronto tendrían una asamblea de hombres y así llegamos a contactar con la Asociación de Hombres Contra la Violencia de Nicaragua, ya nosotros sin saber habíamos tomado ese nombre acá como grupo, con fondos propios nos fuimos transbordando, es decir, tomando buses de pueblo en pueblo para llegar a este encuentro de hermanos, todavía no sabíamos nada de metodología y experiencia de trabajos con hombres, era pura aventura y ganas de querer cambiar.

Participamos en las dinámicas que hicieron en este encuentro Nicaragüense de Hombres Contra la Violencia y ahí justamente comenzó el quiebre de todos esos mandatos del sistema a hacer mella en mi persona y otro amigo que me acompaño, ahí ante otros hombres llore por primera vez, además fueron muy adecuadas las informaciones que nos dieron, documentos y archivos donde estaba sintetizado el trabajo e historia que habían hecho, también nos entrevistamos con aquellos que iniciaron y aquellos que estaban en su propio proceso, aprendimos mucho y regresamos con documentación y en nuestra forma de que nos habían dicho que era ser hombre, muchas preguntas, interrogantes a esa manera y además, lo mas importante, que haríamos acá en este país para cambiar esas formas de ser hombre.

Como vengo de movimientos populares organizados contra el sistema, no me fue difícil encontrar hombres que se apegaran a esta nueva propuesta e iniciaran su propio proceso, así comencé en lugares inimaginables, talleres de mecánicos, bebederos de cerveza, casas de compañeros, etc. a compartir esta nueva propuesta de ser hombre, con la metodología que habíamos traído de CANTERA y AHCV de Nicaragua, justamente eso teníamos, era una tarea titánica, no habían fondos económicos para estos talleres, presupuesto de las diferentes organizaciones tampoco, ahí decidí que para crecer como movimiento había que hace un esfuerzo personal, tenia que dedicarme totalmente a esto, de que sobreviviría? No sabía pero había que hacerlo.

Así comenzó mi eterno caminar para dar a conocer a instituciones y organizaciones esta nueva propuesta, no tan nueva, pero acá así era, caminar y caminar, trabajando de lo que fuera para pagar las inevitables recibos y facturas, alimentos y estudios para mis hijas, pero mas por la organización naciente, encontrando a otros grupos que venían de los grupos que trabajaron inicialmente y de otras propuestas, que se incorporaban a nuestros talleres e intercambiábamos experiencia, así llegamos a los talleres que venia facilitando el Instituto WEM de Costa Rica en el país iniciando una mezcla de nuestra propuesta que era puramente racional y cognitiva con la de ellos que era mas desde la psicología que recoge lo emocional y conductual, así nuestro trabajo metodológico se enriqueció y algunas instituciones nos reconocieron, además viajamos con fondos propios a un intercambio a Costa Rica donde aprendimos mas para el trabajo con hombres.

Cualquier oportunidad la aprovechábamos para dar a conocer nuestra propuesta y hemos estado en radio, televisión y prensa escrita, en redes trabajando con diversidad, VIH-SIDA, esfuerzos internacionales como lazo blanco, etc.

Hemos ido a donde nos llaman, todavía no tenemos fondos y presupuesto, es un trabajo de puros voluntarios que damos lo que tenemos para el tema y los grupos con los cuales seguimos trabajando, urge mas hombres capacitados y capacitadores, pero implica invertir con fondo que no tenemos, no avanzamos por que no tenemos financiamiento, esa es una realidad, dentro de unas semana nos apoyaran para que esta organización se legalice, que para nosotros no es tan importante como el trabajo que estamos realizando como país, trabajamos con los mas machistas que son la gran mayoría de hombres acá en El Salvador y la región, con instituciones de gobierno como policías, unidades de salud, algunas escuelas que nos llaman, con la procuraduría general de la republica, con el sector justicia y población, no nos detenemos por falta de fondos, solo nos interesa el trabajo de cambios de pensamientos y practicas patriarcales con una premisa que hemos comprobado, que los hombres podemos cambiar y es posible con la metodología adecuada, cambiar es difícil pero no imposible.


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* Director de Hombres Contra la Violencia, El Salvador


Publicado: junio 2012

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