Latice - Latinamérica en el Centro

-

¿Abortar o no abortar?

Isabel Soto Mayedo *

Son muchas las razones que pueden llevarte a dar continuidad al embarazo, como también las que pueden empujarte a condenar a quienes optan por llegar al extremo de interrumpirlo.

La respuesta negativa a la interrogante casi siempre prevalece cuanto tienes las condiciones socioeconómicas creadas; cuando cuentas con el respaldo familiar o de la pareja amorosa que promete acompañarte en cualquier circunstancia; o cuando posees convicciones religiosas o filosóficas que te inducen a evitar lo que consideras un crimen, porque supones coartará una vida en ciernes; o cuando creciste en una sociedad dada a condenar esa práctica, porque ve la maternidad como la única meta- límite de toda mujer.

Son muchas las razones que pueden llevarte a dar continuidad al embarazo, como también las que pueden empujarte a condenar a quienes optan por llegar al extremo de interrumpirlo, a cuenta y riesgo. “Pudieron evitarlo desde el acto sexual en el cual concibieron”, repites y olvidas valores humanos indispensables en estos tiempos: la solidaridad, la sororidad y la empatía.

Tal vez vale recordarte que el 80 por ciento de las mujeres adultas del mundo sabe leer, más en los países menos desarrollados ese derecho sólo lo disfruta 51 por ciento. La discriminación de género debilita de formas insospechadas las perspectivas de nuestras congéneres de recibir educación, los matrimonios en edades tempranas y el trabajo en los hogares llevan a muchas a abandonar la escuela apenas empezarla, en tanto el acoso sexual en los espacios públicos confina a otras a sus casas.

Como si no bastase, el sesgo de género prevalece en materiales educativos y pedagógicos, limitando los campos de estudio y marginando a niñas y mujeres. Asimismo, sobre muchas recaen aun las peores formas de trabajo y la obligación de procurar la subsistencia -propia y de las familias- en un círculo de pobreza, desempleo e insuficiente escolarización.

En medio de tal escenario, las campañas preventivas contra el embarazo, por expandir el uso de anticonceptivos o frenar la proclividad a tener hijos sin total garantía de proporcionarles condiciones mínimas indispensables de crecimiento, caen en terreno baldío. La violencia en todas sus manifestaciones y los abusos sexuales proliferan justo ahí, pero también los embarazos indeseados resultantes de estos.

Tenlo presente: la ideología patriarcal continua intentando frenar nuestras alas en pleno siglo XXI y subyace en la criminalización de las mujeres que deciden abortar, así como del ejercicio profesional consiente en aras de evitar la evolución de embarazos que redundan en partos indeseados, en ambientes carentes de amor, de estabilidad económica y sin esperanzas de progreso, que sólo recirculan la pobreza.

-----------------

* Periodista, comunicadora e historiadora (La Habana, 1968).



Publicado: septiembre 2020

Más sobre: Género



  • Latice es una asociación civil sin fines de lucro org. nr. 802440-4512|
  • © 2008 LatiCe